QUIÉNES SOMOS

RESIDENCIA JUAN PABLO II

CONÓCENOS

La Residencia de Asistidos Juan Pablo II pertenece a la Diócesis de León. Este proyecto fue puesto en marcha en el año 2009 con el objetivo de poder prestar, en primer lugar, un servicio a los sacerdotes de la Diócesis, que llegada una edad necesitaban otro tipo de cuidado, y en segundo lugar, el poder extenderlo a la sociedad leonesa, como un servicio hacia los demás.

Desde sus inicios, nuestras señas de identidad han sido el carácter humano y una atención integral de calidad, entendiendo que son personas y no objetos con los que trabajamos diariamente, tratando de cubrir diferentes ámbitos tales como la atención física (higiene, alimentación, buena presencia, monitorización y seguimiento de su estado de salud por profesionales médico y enfermería, rehabilitación y mantenimiento, etc.); atención psicoafectiva (estimulación cognitiva, trabajo de AVD(actividades de la vida diaria), ocio y tiempo libre, orientación espacio temporal, acompañamiento e intervención en el proceso de adaptación al centro residentes y familiares, acompañamiento en duelo, gestión emocional y apoyo psicológico, etc.); y atención espiritual (a través del capellán con el que cuenta el centro, siendo algo opcional no obligatorio, se respeta en todo momento las creencias de cada residente).

El marco general desde el que trabajamos, es que el residente se sienta como en su casa, facilitando la adaptación del centro-dentro de lo posible- a sus preferencias previas de vida en casa, gustos culinarios, objetos para personalizar su habitación, y otras cuestiones que puedan ir surgiendo.

Nosotros nos adaptamos al residente y no al contrario. 

Para poder lograr estos objetivos, el precio de la plaza repercute en el propio personal (estando por encima del ratio que establece la Gerencia de Servicios Sociales de Castilla y León), mobiliario, ayudas técnicas y material de trabajo para diferentes colectivos.

Nuestro objetivo

Darles en sus últimos años de vida momentos de cuidado, de mimo, de sentirse queridos, valorados y respetados, que no pierdan el contacto con sus seres queridos, con la sociedad y lo que les rodea, cada cual dentro de sus capacidades. Es muy importante para nosotros, el tratar de mantener el grado de autonomía que tengan, sea el que sea, así como el facilitar cuidados paliativos en sus últimos momentos y un acompañamiento 24 horas por sus familiares y seres queridos.

En Juan Pablo II somos una familia, tanto residentes, como trabajadores y familiares. Y como familia, nos apoyamos, queremos, cuidamos y acompañamos.